Sobre la tierra

Ir más allá no ha sido llegar más lejos
finalmente desde aquí escribo,
desde la orilla;
nada más certero
que este respiro de sal.
Desde este lugar puede verse
claramente el horizonte:
uno no es más que un reflejo de la tarde
ni menos que un ave escapándole a la noche.
Entonces si digo que juego con la espuma
y que mis manos son blancas,
no intentes guardar esa caricia;
ni me prives de buscar en el mar
toda la ternura.
Porque hace tiempo anclé en esta isla
y soy parte del océano;
un húmedo azul sobre la tierra.
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