jueves, 17 de julio de 2014

Cebadito

No tengo nada que decir.
Por estos dìas mi modo de comunicar
es decir nada
y es tan complejo como decirlo todo.
Voy entre la gente y observo
cuánta mirada se pierde cuando ya nada se busca.
Así es. No pretendo encontrar
ando extraviada como mis ojos.
Nadie puede orientarme ni ubicarme
soy desubicada por naturaleza.
He sido mujer
tremendamente hembra
en un país de maricones.

Caes

No es la lluvia constante,
fina, liviana la que moja,
es, el aguacero inesperado
que se siente en la piel
el que traspasa, el que humedece.
Ningún pronóstico puede evitarlo,
es como lluvia de verano
que pasa y refresca la tierra cuarteada,
seca, habituada al sol cotidiano.
El olor a tierra mojada
sabe a perfume,
a estreno de flores.
Cae el diluvio,
ellos se resguardan,
buscan abrigo
en las arcas de siempre.
Caes,
yo me desvisto en tu cielo,
te abro mis brazos.