jueves, 19 de julio de 2007

Postal del recuerdo

Alguna vez te pensaré desde otro lugar,
el tiempo traslada inevitablemente.

Una mujer sobre la mecedora
en el vaivén del sueño,
hará de la tarde un vuelo.
Llevará en sus alas crepúsculos,
hacia horizontes en despliegue.

Llegará la noche como un abanico de estrellas.

y allí estarás en sus pliegues
o debajo de mis párpados
hasta que abra los ojos y despierte...

Con esa luz que a nadie se le niega

Cándida



En esa imagen que repiten los días
se pierden mis horas buscando tu reflejo
¿y a dónde van sin verte?
¿quién recoge mis penumbras?
He tirado los relojes, es mediodía,
tu sombra devora mi horizonte
y a ciegas la luz sigue encendida.

Angel o demonio

Acaricias, enciendes la noche
elevas mis pasos y no sé
si es vuelo,
si hay cielo o simplemente
brasas que consumen largas distancias.
Cerca, entonces, creo que el infierno
es el deseo cuando amanecen
mañanas cubiertas de cenizas.

Silencio de espuma




Hablemos de ésto
del vacío que dejaron los pájaros
o seamos más precisos:
hablemos de su vuelo,
del sonido de las alas
hoy brisa de otros mares.
No hablemos del oleaje,no,
espuma es suponer que uno es presa
de sus propias libertades
en la orilla.
Hablemos mar adentro,
seamos pescadores un día de tormenta,
arriesguemos
que se ahogan las palabras y en silencio
se oye el vuelo de las aves.

En las aguas




Tiene unas cuantas letras
sueltas por ahí,
que no la atan a nada.
Otros, a diario se comprometen
con alfabetos inconclusos y buscan
buscan letras,
balsas que ayuden a cruzar el río
como si llegar al otro lado
uniera los extremos.
¿Acaso no saben que el agua
arrastra de todas maneras?
Pero no, ellos se creen inmortales,
nadie como ellos conoce la exacta
ubicación de las estrellas.
Acumularon amaneceres que bastarían
para despertar el sueño cotidiano;
quizá por eso divisen horizontes
con otros ojos.
Ella no es ajena,
soporta distintas temperaturas.
No tiene balsas, ni estrellas, ni soles,
sólo párpados, que el oleaje a veces humedece.
No, ella no es ajena.
Tiene unas cuantas letras sueltas por ahí
que no la atan a nada;
ella, a su modo se involucra,
sin embargo, es libre
en las aguas.

Algunas cosas

De allí traje algunas cosas,
la herencia, si querés;
un tapado para cubrir mis inviernos,
un rosario para reconocer mis manos,
fotos viejas para sentirme niña.
Todo es nostalgia.
Hasta la casa de los viejos se viene abajo
y uno queda entre escombros de recuerdos.
Hasta las paredes se abandonan, se quiebran,
ceden.

Desde el patio se filtran voces.
Otros ojos buscarán el cielo
sin saber que allí encontré uvas en lugar de estrellas.
Siempre creí que la dicha era un racimo
mientras trepaba la parra y se desgranaba el verano.
Todavía creo que mis manos son pequeñas.
Aún en esta despedida,
hay que irse silbando como si no pasara nada
o quedarse con algunas cosas.
Un tapado,
un rosario,
algunas fotos viejas.

Roja

Miré tan profundo
que latieron las pupilas.
Esta lágrima es sangre,
que no corre por mis venas.

Postal del sur II



Vos ves la Cruz del Sur
y respirás el verano con su olor a duraznos
y caminás de noche mi pequeño fantasma silencioso
por ese Buenos Aires, por ese siempre mismo Buenos Aires.

La cruz del Sur-J.Cortázar




Desde aquella postal del sur a esta
no hubo grandes cambios;
el cielo nos cubre, nos llueve infinito azul.
Palermo, San Telmo, Flores de tu mano,
alguna esquina arrincona con un beso;
rendirse, cruzar tus labios sin mirar.
Sumé dos estrellas que pinté con flúor,
también dibujo.
Tu risa florece por Cuenca los inviernos,
me gusta el color de tu risa;
tiene una mezcla de Fresno y Tilo
el brote que de tu voz respiro.
Algunas tardes se abandona el ángel a lo lejos,
hamaco tu nombre;
canto tu nombre mientras el sol cae a mis brazos, soy feliz.
Nada cambio, sigo perdida en la ciudad de los Buenos Aires,
respiro tu paso, tu paso hondo por la calle de mi tiempo;
estoy viva últimamente.
Escribo desde el mismo lugar.
La postal me crece, alimenta el color de las palabras;
como estrellitas brillan sus contornos, como esas
que pinté en el techo para atravesar la noche.

Instrucciones para callarse la boca



Ponete difícil,
cansate,
dejate de preguntas,
de recorrer paraísos perdidos.
Ponete difícil
respondete;
luego disfrutá el infierno del silencio
como si fueses un ángel
al que sólo besan en los labios.

Rara como encendida



Tu mano allí como posándose,

a mi piel le crecen alas.



Aguila en su cumbre.



Gorriones tu dedos,

Tu boca rama, lengua en su nido.

Tu mano allí amaneciéndo;

pájaro de sol.

La sed en los labios bebe de tu canto,

tu beso es el cielo que me pierde.



Tu mano allí como posándose



enciende

mis

alas.

Entera

Con esta rebeldía no adolescente,
sustituyo a la pasividad que me imponen.
No consumo tv, ni sueño de ocho horas;
ando despierta por la vida.
Ya no quiero que me cuenten historias.
Mi vocación de madre forma parte,
la asumo;
parir utopías, abrirme.
Para que seas vos; partecita de mi
quien me complete.

Grávida

Preñada de un latir
como vida en la vida
unas cuantas lunas a cielo abierto.
Brillo en la mirada
como un mar de sueños;
huellas que el mar acaricia.
Gestando se la ve
un canto en la voz,
creciendo se la oye
desbordando tibieza
como aroma que la noche desnuda.
Como piel que amanece
próxima a nacer.

Sagradas escrituras

De un pan multiplicamos bocas
-nos faltó el milagro-
No hubo palomas a la hora de las migas;
ni peces sumergidos.
-nos faltó profundidad-
o cielo.

y Lázaro camina sobre las aguas,
...igual que yo.

Sus ojos- Postal

Tus ojos como estrellas,
esa luz que tu mirada desprende
abisma la noche;
sobreviven grillos en mi ventana.
Despertaré cantando porque es de día.
Tus ojos como flores,
ese aroma que tu mirada desprende
me descubre;
esta voz de caracol pasea en los jardines,
anda perfumada.
¡Ay su andar!
Ya tus ojos como huellas,
ese paso que desprende tu mirada;
un camino.
Tréboles adormecen la tarde,
verde y silencio;
sueño que tus ojos y los míos son cuatro hojas.
Y Escribo- Felicidad a ciegas-

Misiva

Es cierto que escribir me calma de a ratos, será por eso que hay tanta correspondencia de condenados a muerte.

Liliana llorando-Julio Cortázar


Leo esa carta que nunca escribiste para mí,
y te la envio.
Un mar debajo, un furioso y agitado mar,
algunos peces; este sabor a naufragio.
Un oleaje de tristeza salpica la tarde.
Gotea un crepúsculo; no se agota el horizonte.
Escribo.
Me dejo llover en unas letras; mido el cielo.
Puede que llegue esta nube.

Práctica

Antes de dormir visualizo lo esencial;
o sea, aquello que me mantuvo despierta.
Antes de despertar resguardo los sueños;
aquello que me mantiene viva.

Puzzle

Estabas desde siempre,
como un lenguaje escrito
en el fondo de mí,
y te estoy descifrando.

No viniste de lejos- Renata Durán





Ahora que puedo tomar las letras,
escribir rompecabezas,
armar el corazón con tu nombre;
mientras la arena fluye

lenta
en
el
reloj

queda tiempo, para dar vuelta a las palabras.
Ahora, que un te quiero;
es un quiérote en todos los idiomas.

Un día de estos

Volveremos a cruzarnos por esas calles.
Fundamos una ciudad de sensaciones,
nuestra bandera echó raíces;
un país de amor nos pertenece.


Dueños de cuanto crece; somos,
la hierba desnuda, la brisa;
un verde huracán que arrasa la noche.

Volveremos a cruzarnos;
amanecidos y tiernos.
Un día de estos lo aseguro;
no habrá siesta que pueda con los sueños.

Y lo sabes

Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde"
y tú sabes que decía "te quiero"
J Sabines- Espero curarme de ti



Y lo sabes amor, lo sabes
aprendiste a ofrecerte en palabras,
a sacrificarte en silencio.
Hace días que paseas tu agonía
de un lado a otro.
Y no te ven desangrarte amor.
Y no se oye;
el goteo ni el latido.
Nada te llena amor,
nada te colma, ni calma la sed,
sos como un labio inquieto
que espera el beso de la noche.
Y lo sabes amor, lo sabes;
tus estrellas están contadas.
Los suspiros son cometas que rozarán la tierra;
temblor serás amor antes del fin.
Polvo de luz, beso, grillo, caricia,
luciérnaga, galaxia, mariposa.
y lo sabes amor
llegará el día, la mañana.
Y habremos muerto.

Bienaventurados

A ti, yo te querría
fluyendo encima de mí como el agua,
¡oh, pero fuera de aquí!
Hierba y praderas y colinas
y sol
¡oh, suficiente sol!
Ezra Pound-La zambullida





Contemos hasta tres y lancémonos en idéntica caída.
Seamos una brisa al borde del abismo;
un soplo de vida.

Como un suspiro del tiempo que agitado se detiene,
capturemos el momento; el morirnos frente a los que viven
sin conocer el vértigo.

Sin soltarnos seamos libres, echemos a volar
promesas y conjuros; que queden flotando como una nube
nuestros secretos.

Luego que llueva lo prohibido como una bendición,
sobre la rutina de todos los ateos.

Crecida

Tiene también una mujer madura que le asusta de pronto la mirada.
J Sabines-Miss x



Sus ojos crecidos, sus pobres ojos,
su parálisis.

Levántate y anda miradita
-vuela-
sos libre de huir cobarde.
Repliégate, da unos pasos atrás- hasta ahí-
no sea que tus ojos chiquitos, tus ricos ojos,
regresen y me cuenten
cuanto color imprimen tus juegos.
Huye o descansa;
es decir sueña un poquito- hasta ahí-
No te excedas.
Luego sabemos como te llevo,
y no es una queja, no, es simple:
-me apena- que me riegues la vida.

Prendas

Y me fui con mis versos a una feria americana,
a dejar mis trapitos de seda;
pasó de moda desnudarse
y ni para abrigar alcanzan.

Enaguas para pasear el alma,
velos y puntillas;
hilos que entre mis dedos
dejaron al trasluz las ilusiones.

Prendas.

Ropa de playa, restos de mar,
de oleaje que regresa con su espuma
atardeceres cómicos y cósmicos;
el sol oculta sus remiendos,
cicatrices deja en la orilla la marea.

Jeans, escotados vestidos,
insinuante figura de mujer la poesía;
seduce su piel inalcanzable.

Pijamas, bata de entre casa,
impregnados de humo y lavanda,
en los estantes donde la noche
acomoda sus reflejos.

Y medias que me debo
sólo por el placer de seguir descalza.
Caminando y caminando hacia donde me lleven;
las prendas que aún no estreno.

Hábitos alimenticios

No se convirtió en sapo después del beso
ni salió por su ración diaria de insectos;
por primera vez probó la carne
mi querido príncipe vegetariano.

Por una cuestión de instinto
despertaron sus dones;
su espíritu animal,
la mordida,
el brillo de la presa en sus ojos.

Dicen en el reino:
"tierna y sabrosa sabe la pasión
hasta que se enfría".

Mi príncipe ya no come verduras.
Dirige los vientos,
protege el fuego;
me desea.

Silogismo

Hacia dónde me lleven estos versos impensados,
no deben agitarse las palabras, rimarse
ni arrimarse siquiera a la fatiga.
Quiero entregarme a la orilla,
extasiada de naufragio.
Que descanse allí mi último silencio
como el destino del pez fuera del agua;
morir por la boca equivocada, quiero.

Skinny Dog

Nada me atrae más que su mirada
de hambre existencial.
Ese vagabundo devorar de las horas,
ese deambular echado a su suerte.

Linaje de calle, raza de camino.

El hueso cotidiano inventa su ladrido
como si el silencio pudiera acariciar su lomo,
y fueran las manos una tibia libertad;
los amos, entonces presos del lenguaje,
¿comprenderán que la fidelidad
no es una llave que se busca?

Su andar despreocupado,
siesta de un ojo,
hocico al sol,
ausencia de lluvia,
humedad de su pupila,
su diente perla en superficie,
mar de transparencia;
flaco
ágil
carne viva inalcanzable.
Llaga de carencias
lleva la sangre,
expuesta como su paz.

Escondidas

Juguete del adulto esa manía
de crecer haciendo trampa.
Quedó apoyado en la pared, contando
algún sueño y no dijo piedra libre,
sangre dijo, sangre.
Nunca debió esconder su pasado
el niño se descubre delante de sus ojos
pero dice atrás y apoya algún olvido
cubriendose la cara;
cuenta mientras corren los días,
sin embargo, él se agita
sosteniendo esa manía :
de jugar sin encontrarse.

Ejercicio N 8

respirando promesas de cercanía. Está cada vez más lejos
Arturo Borra


Se va dilatando la espera
las horas giran y la púa de tu ausencia
deja esa melodía de violines.

El canto de las aves emigró.
En días como este aletean infiernos,
sus alas no arden, no hay renuncia;
simplemente un silencio en llamas.

Si

Si fuéramos esos niños
jugando cada tarde a las escondidas
buscándonos días y días
en el lugar de siempre, distintos.
Si como ellos pudiéramos sentir
que el juego nos crece como un abrazo
y sudáramos cansancio en la distancia;
hoy habría mucho más que una pared vencida
donde apoyar los sueños.

Palabras

Entregamos palabras desnudas buscando abrigo,
palabras como nidos dejamos.
Muchas veces nacen pájaros que vuelan libres
otras, simplemente, caen de la rama.
Mueren de frío.

Pelusas

Uno guarda en los bolsillos
sólo que no recuerda
que traje tenía puesto
cuando era feliz.

Postal de deseo

Es suya
la fantasía de tener algo propio
entre cosas que no le pertenecen.
Algo animado, fugaz en la conciencia,
eficaz como el sueño que despierta a media noche.
Por lo tanto es dueña del instante,
de atrapar lo eterno
y sujetar la luz en pleno abismo;
de alumbrarse.
-Es suya la secuencia-
llanura, galope, horizonte.
Verde en la mirada,
rojo en sus pasos,
antes, durante, siempre,
azul.

Postal Beat

Que nada rime,
ni los días,
ni las noches,
ni su ausencia.

Hastiada de ritmo escribe

Piensa en Darío

Ensaya un verso de Parra

Y
baila,
baila mientras le silba la vida
trás la ventana.

Cerca



Quisiera delimitarte,
saber exactamente
donde el vacío se traga mis alas,
donde resucito
y soy esa gata de vidas posibles
que trepa la distancia
como un muro,
que ve en la oscuridad
sólo el brillo de la luna.

Quisiera alejarme,
saber exactamente
cuánto me lleva hasta vos,
que parte de mí te espera,
y ya no preguntar dónde,
sino cómo se siente
saberte tan vivo cuando es de día
y el maullido
se estira,
y se quiebra
el tejado,
y ya ni siquiera cómo
sino cuándo
ovillaré los sueños buscando tus manos,
tendida al sol de tu caricia,
enredando de ternura
mi espacio.

Postal ascendente

Se va de las manos.
La imagen toma movimiento,
obliga a ver que no alcanza la mirada
cuando el paisaje desborda y se respira
y uno se siente pequeño o gigante
en un territorio cumplido, sin promesas.
Asciende como si se tratara de un calor nuevo.
Estrena cielos, refleja brillos,
sube como un sol amanecido
que reina en su trono de fuego.
Un sol, al que las nubes le hacen cosquillas.
Ríe, no existen rincones oscuros,
desde el centro la luz llega a los extremos
y no cae. Debajo es más claro todavía.

En las tardes



No hace preguntas
a la hora de la siesta,
tampoco duerme;
observa como se estira la sombra,
se quiebra en silencio.

Esparce astillas de luz,
sangra cada paso.
La distancia es una herida
que abren los suicidas,
acaso el sol reencarne, mañana?

Sobre la tierra




Ir más allá no ha sido llegar más lejos
finalmente desde aquí escribo,
desde la orilla;
nada más certero
que este respiro de sal.

Desde este lugar puede verse
claramente el horizonte:
uno no es más que un reflejo de la tarde
ni menos que un ave escapándole a la noche.

Entonces si digo que juego con la espuma
y que mis manos son blancas,
no intentes guardar esa caricia;
ni me prives de buscar en el mar
toda la ternura.
Porque hace tiempo anclé en esta isla
y soy parte del océano;
un húmedo azul sobre la tierra.