jueves, 17 de julio de 2014

Caes

No es la lluvia constante,
fina, liviana la que moja,
es, el aguacero inesperado
que se siente en la piel
el que traspasa, el que humedece.
Ningún pronóstico puede evitarlo,
es como lluvia de verano
que pasa y refresca la tierra cuarteada,
seca, habituada al sol cotidiano.
El olor a tierra mojada
sabe a perfume,
a estreno de flores.
Cae el diluvio,
ellos se resguardan,
buscan abrigo
en las arcas de siempre.
Caes,
yo me desvisto en tu cielo,
te abro mis brazos.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio