viernes, 27 de julio de 2007

De la serie: Los cuentos que leo antes de dormir

Ella le acaricia el pelo sin hablar.Es difícil no sentirse maternal con ese muchacho demasiado sensible, desasido de todo lazo humano, integramente dado a la tarea de adorarla.


Años atrás Julio escribía un cuento.
Años después supe que era para mí
el fantástico destino de saberme cotidiana.
Las historias caben en mi mundo,
todas las letras me humanizan;
incluso las que no leo.
El escribía un cuento,
hilvanaba una palabra con otra,
era suyo el oficio de vestir al personaje.
Te agradezco ese vestido azul.
Que adivinaras el frío que siente una mujer;
cuando lleva magia en la piel
y más allá.

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